Educación Emocional
¿Qué es la educación Emocional? La educación emocional se refiere a poder dar herramientas y recursos para que las personas se conecten y reconozcan sus emociones y a partir de ahí poder gestionarlas. Digo Gestionarlas porque esa es la palabra, no digo reprimirlas ni ocultarlas porque eso no las hace desaparecer, sino que todo lo contrario, las emociones no expresadas quedan en el cuerpo, como energía acumulada vieja que se va haciendo parte de nosotros, endureciéndonos o enfermándonos. Por eso la idea es gestionarla, primero reconocerla, darle el espacio y tener herramientas y recursos para poder ir transformándolas, al fin y al cabo las emociones no son ni buenas ni malas, están ahí para decirnos algo, nos vienen a contar algo, hay que reconocerlas aceptarlas y como las emociones son energía, se pueden transformar y aprovechar esa energía para otra acción que no sea perjudicial ni para uno ni para otros.
La mayoría de nosotros no ha tenido la suerte de contar con este tipo de educación y si somos observadores podemos darnos cuenta que muchos de los «problemas» nacen del no reconocimiento y tratamiento adecuado de nuestras emociones. Es así que por ejemplo al estar nervioso, ansioso o con miedo reacciono comiendo mucho o no comiendo nada o con alguna otra acción que nada tiene que ver con el sentimiento en sí. Es que el sentimiento se relaciona con hambre o falta de apetito porque se deriva la energía de esa emoción que no se esta reconociendo como si fuera otra cosa. Aquí podemos ver la forma que tienen los sentimientos que no se reconocen en transformarse en otra cosa.
Nuestra manera de relacionarnos y nuestros conflictos con los otros, con el dinero, con el trabajo, con la comida, con los niños, con la familia, tienen mucho más que ver con emociones no reconocidas y gestionadas, que con cada uno de estos temas en sí.
Nuestro trabajo amoroso como padres es primero, reconocer nuestras emociones. Varias veces nos vemos expuestos a situaciones con nuestros hijos que nos hacen estallar en mil emociones. Los niños son intensos y demandantes, y si no estamos presentes es probable que logren hacernos estallar. Primero para poder ayudarlos a ellos hay que observarnos, cuando perdemos la paciencia, cuando gritamos o nos ponemos violentos o poco atentos, ¿como llegamos a esa situación? ¿que nos pasa?¿ que se nos despierta? ¿con que emoción se relaciona? ¿esa emoción es nueva generada por esto o es una emoción acumulada, no expresada? ¿ Estoy con bronca? ¿es bronca o es en el fondo miedo de no poder con todo? ¿Cuando no damos atención a nuestros niños, porque es? ¿falta de tiempo?¿ o nunca tampoco dimos tiempo a nuestro niño interior?.
Primero tenemos que reconocer y gestionar nuestras propias emociones, dijimos que ellos imitan y nosotros somos sus modelos así que más que nuestras bellas palabras serán nuestros bellos actos los que le enseñen.
Cuando nos observamos que estamos por llegar a una situación de pérdida del control tenemos que intentar calmarnos, respirar, podemos apartarnos unos segundos de la situación y conectarnos con el presente. Yo a veces, personalmente le digo a mi hija: «dame unos segundos, mami esta enojada» y le muestro que respiro, y hasta por ahí ella respira conmigo, termina como en un juego, nos divertimos y pasamos el momento.
En este tipo de experiencias, le muestro que las emociones pueden surgir, que mamá también las tiene y tiene sus tiempos y recursos para poder gestionarlas.
Debo confesar que fue mi hija la que me demostró que primero tenía que poner la mirada en mi. Es que yo le había enseñado como respirar cuando estaba nerviosa y fue así un día que yo estaba muy enojada y le grite…. ella vino y muy amorosamente me dijo «mami respira». Llore, reí y entendí.
Es por eso que antes de hablar sobre los hermosos recursos que podemos crear para nuestros niños quería hablar sobre nosotros, las mamás, los papás, las maestras y los guías de los niños.
Tomemos un espacio para nosotros, para observarnos, para conocernos. Para observar nuestras emociones, como reaccionamos nosotros, ¿que recursos tenemos para gestionarlas?.
Algunos recursos para gestionar y reconocer nuestras emociones son:
– Estar presente: el ritmo de la vida cotidiana hace que saquemos las cosas de eje y muy pocas veces en el día volvemos sobre nosotros. Estar presente es : escuchar nuestras palabras, observan nuestro cuerpo, nuestras acciones.
– Hacer pequeñas pausas: Respirar, cortar unos segundos la actividad que estamos haciendo para respirar, escuchar música, relajarnos y observarnos.
– Pasar tiempo en la naturaleza nos relaja, nos reconecta y nos tranquiliza.
– Hacer ejercicios de empatía, tratando de librarnos de nuestros prejuicios y ponernos en el lugar del otro, sentir lo que el otro siente. Salir de nuestro espacio para ponernos en lugar de otro.
– Meditar, buscar un momento del día, un lugar, un espacio para nosotros, para respirar para reconectar con nosotros mismos.
–Hacer yoga, nos ayuda a reconectar con nosotros viviendo el presente, explorando nuestras emociones a través de nuestro cuerpo.
–Hacer alguna actividad artística o artesanal, es una manera de meditación, donde me concentro y hago presente.
Estos son algunos de los recursos para empezar a trabajar y observar nuestras emociones. Volviendo el eje a nosotros, la mirada en uno mismo, observando… así y sólo así tendremos la puerta abierta a la armonía, el equilibrio y la paz que tanto deseamos.
Emoción: Reconocerla, aceptarla, respirar en ella y gestionarla.
Los quiero mucho!
July
Disfruta de las Meditaciones de Julieta Mavrommatis en Nidra todos los días a las 8.30am en www.radiosolar.com.ar también podés descargarte los audios de las meditaciones y disfrútarlas cuando gustes.